Todos hablan, pero pocos actúan: El enfoque
por competencias
Actualmente
los acelerados cambios en la sociedad y de la globalización de los países exige
cada día que la educación este acorde a la realidad, para ofrecer a sus educandos herramientas que les permitan enfrentar esas
situaciones en la vida cotidiana, he aquí muy cierto la opinión de Carl R.
Rogers cuando hace referencia que “El
único proceso valido para la educación en el mundo moderno es el cambio y la
confianza en su proceso y no en un conocimiento
estático”.
Las
prácticas educativas deben ir acompañadas de los nuevos paradigmas educativos,
con el fin de responder a las nuevas necesidades sociales, políticas y
culturales, totalmente de acuerdo con los ideales expresados hasta este momento,
sin embargo, veamos la realidad desde una óptica profunda, no con ánimos de
desaliento y queja, más bien con una postura realista que nos permita observar
la verdad para llegar a la razón.
Uno de los
paradigmas actuales es el enfoque por competencias, del cual todos
hablan y pocos actúan, unos a favor y otros en contra. Comentarios como: no es
más que otra “política sexenal”, es “una moda”, es una exigencia de los
organismos internacionales, aún no estamos preparados para implantar un enfoque
de dicha naturaleza, hay mucha resistencia al cambio, es más trabajo por el
mismo costo, es un “ave de paso”, no pasará ya que la “gordillo” no lo avalará…
Hablar del enfoque por competencias es
más que conocimiento y habilidades. Implica la capacidad de responder a
demandas complejas, utilizando y movilizando recursos psicosociales (incluyendo
habilidades y actitudes) en un contexto particular, conlleva a unir los ideales
de autores como Piaget, Ausbel, Vigostky, Perrenoud, Bruner, Diaz Barriga, Henry Ford, entre otros. Basta
ya de seguir formando personas incompetentes ante los retos de la vida,
personas dependientes, mudas y ciegas ante las injusticias y desigualdades
sociales.
Los resultados de la OCDE, PISA, INEE
o ENLACE, no son nada alentadores, somos un país con alto déficit en
habilidades lectoras y de razonamiento lógico-matemático, disminuir la
deserción y logar mayor cobertura de servicios educativos, son deudas
pendientes para nuestro país.
La
hegemonía política y el poder de unos cuantos, no deben ser causa de la
represión y de toma de decisiones verticales, ante ello, debemos formar ciudadanos democráticos,
críticos, analíticos, reflexivos, innovadores, investigadores, seguros de sí
mismos, capaces de proponer alternativas, más que lamentos sin fundamento.
Pero, ¿Quién es el actor principal en
el desarrollo de competencias?...la SEP, el SNTE, los directivos, los
estudiantes o los docentes?, creo yo, que la motivación, la conciencia, la
disposición, la responsabilidad, le ética y el profesionalismo de cada actor. Sin
duda el enfoque por competencias es una necesidad urgente en la formación integral
de nuestros estudiantes, dejemos de lado el pesimismo y actuemos desde nuestra
trinchera.
Renato Martínez
Izaguirre
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